El recreo docente no es pausa ni respiro: es una carrera contra el reloj, un descanso sin descanso, un espejismo eterno que se evapora con cada toque de timbre.
El espejismo del recreo
El recreo docente no es pausa ni respiro: es una carrera contra el reloj, un descanso sin descanso, un espejismo eterno que se evapora con cada toque de timbre.