Breve recorrido por el método Zettelkasten
Acompáñame en este breve recorrido por las características y oportunidades que proporciona el uso de un sistema de gestión del conocimiento como Zettelkasten de manera cotidiana.
Zettelkasten (en inglés, slipbox y en español, contenedor de notas) es un método de gestión del conocimiento de tipo bottom-up que propone una estrategia sistemática, dinámica y simple para organizar y conectar tus aprendizajes considerando como unidad básica las notas atómicas. En Zettelkasten existen tres tipos de notas: las notas de literatura, las notas fugaces y las notas permanentes.
En Zettelkasten la composición de las notas se rige por el principio de autonomía y su organización por temas o contextos, sin jerarquías predefinidas y siguiendo una estructura homóloga a la de nuestro cerebro. Es decir, el conjunto de notas forma una estructura que se asemeja más a una red que a un árbol. De esta forma, las jerarquías van apareciendo casi automáticamente.
Zettelkasten promueve la idea de la cognición distribuida o la externalización de la función de memoria de nuestra mente hacia un soporte concreto (que puede ser físico o digital). De esta forma se evita que las ideas que surgen en nuestra cabeza sean reabsorbidas por el éter.
El nuevo contenido se volca sobre una red que ya contiene otras ideas, con las que resulta fundamental establecer relaciones. Escribir y acumular notas no es la tarea principal, sino pensar y leer, entender y generar nuevas ideas y contenido escrito original.
Como Zettelkasten no es ni pretende reemplazar a una enciclopedia, a priori no importa el grado de completitud de la información. Los únicos huecos que deben preocuparnos son aquellos que aparecen una vez que comenzamos un manuscrito a partir de la información que nuestro sistema contiene.
Características de Zettelkasten
Enfoque bottom-up
Zettelkasten promueve la transición desde un proceso creativo de tipo top-down, en que se parte con el delineado de un tema en sus subtemas (que son investigados y que dan origen a un nuevo texto escrito), hacia uno de tipo bottom-up, en que primero se acumulan muchas notas sobre un tema y se establecen relaciones entre ellas hasta que finalmente es posible dilucidar la manera de transformarlas en un escrito completo y coherente.
Bajo esta lógica, el proceso de escritura creativa parte con el consumo de nuevo contenido. Durante esta etapa de lectura e investigación, van surgiendo nuevas preguntas y subtemas para investigar. Es decir, no es necesario comenzar de un outline, sino que este se puede derivar del propio proceso investigativo.
Evolución constante
Con las notas que forman parte de un Zettelkasten ocurre como con las plantas: siempre puedes regarlas y abonarlas para que crezcan un poco más. Sin embargo, no se puede esperar que esto ocurra sin una revisión constante. Tu sistema de notas debería ser lo suficientemente flexible como para ayudarte a capturar y revisar las ideas a medida que tu saber evoluciona.
Los sistemas de gestión del conocimiento efectivos no son estáticos ni pasivos, sino dinámicos. En un sistema efectivo las notas van perfeccionándose y evolucionando al tiempo que lo hacen nuestro conocimiento y nuestras creencias. Es por esta razón que no existe tal cosa como una nota perfecta.
Simplicidad
Las buenas soluciones como el Zettelkasten suelen ser simples. De este modo no te tienes que preocupar de los detalles, solo de escribir y dejar que el proceso fluya.
Esto es especialmente cierto en relación al sistema que usas para capturar las notas en primer lugar. Una manera de darse cuenta de que lo estás haciendo mal es revisando el tiempo que te toma decidir en qué carpeta o con qué etiquetas guardar una nueva nota fugaz.
Si nos cuesta encontrar valor a las soluciones simples como Zettelkasten es porque tendemos a pensar que los grandes resultados requieren de esfuerzos proporcionalmente grandes y complicados.
Autonomía de las notas
El Principio de Autonomía se basa en la idea de que las notas deben ser escritas usando oraciones completas, anotando las referencias y de la manera más clara posible. En este sentido, se debe entender la nota como una unidad de información autocontenida.
Antes de insertar una nota en tu Zettelkasten debes ser capaz de desenredarla de la red de texto de la que formaba parte. Una manera de garantizar que seas capaz de comprender y obtener provecho de una nota en el futuro es escribirla considerando que tu intención es que la entienda alguien más. Ten presente a tu yo del futuro en todo momento, porque tus notas serán inútiles si no las puedes descifrar dentro de una semana, un mes o un año. No sacrifiques la claridad por la extensión.
Las notas escritas al amparo de este principio pueden ser movidas, procesadas, separadas y concatenadas independientemente de sus notas vecinas.
Jerarquía orgánica
En Zettelkasten los clústeres y categorías de notas van surgiendo orgánicamente a medida que comenzamos a conectar las notas entre sí. No es necesario imponer las categorías de notas de antemano ya que, a través de las relaciones, las categorías van surgiendo de manera natural.
La asociación por referencias entre notas es mejor que la asociación por etiquetas porque el proceso es intencional. Cada vez que referencias una nota debes revisarla, no basta con añadir la etiqueta del tema.
Estructura homóloga a la arquitectura cerebral
La estructura de Zettelkasten se asemeja a la de nuestra propia memoria en el sentido de que carece de un orden global y una jerarquía predefinida y en su mayoría la estructura no es lineal. Es decir, pasamos de una idea a otra, todo el tiempo.
Neurofisiológicamente hablando, la mayoría de las conexiones entre las regiones cerebrales no calzan en un esquema jerárquico en lo absoluto. En Zettelkasten, importan más las conexiones entre notas que la jerarquía establecida entre ellas.
Cognición distribuida
La cognición distribuida consiste en sacar las cosas de tu cabeza y ponerlas en un formato objetivo y revisable con la finalidad de construir una suerte de extensión de la mente. Poner aquello que te distrae por escrito te ayuda a evitar la rumia y, en consecuencia, reducir la carga sobre la memoria de trabajo. Además, al sacar las ideas de tu cabeza y ponerlas frente a tus ojos, encontrarás automáticamente relaciones naturales entre ellas y la estructura que las organiza.
Zettelkasten está lejos de ser únicamente una memoria externa. En términos de memorización hay estrategias como la repetición espaciada que resultan más convenientes y eficaces (como las apps Anki, RemNote y Neuracache).
Masa crítica
Un sistema como Zettelkasten requiere de varios años de tomar notas y establecer relaciones entre ellas para alcanzar su masa crítica. Hasta entonces no es más que un contenedor de información.
Para ampliar la masa crítica del Zettelkasten es necesario leer con lápiz y papel en mano. Las ideas que van surgiendo deben desarrollarse en el papel para ir construyendo así un acervo cada vez mayor de pensamientos externalizados.
Tipos de notas
Notas de literatura
Las notas de literatura son aquellas que se generan como consecuencia del consumo de contenido, ya sea la lectura de un libro o un artículo, o la reproducción de un video o un podcast.
Cada vez que lees algo que no quieres olvidar, lo reescribes usando tus propias palabras (asegurándote de que seas capaz de entenderlo aun cuando hayan pasado varios años) y anotas la referencia bibliográfica. El resultado (la nota de literatura) viene a ser el reemplazo del subrayado.
Unas buenas notas de literatura garantizan que no tendrás que volver a leer un libro de la misma manera otra vez. Sin embargo, para conseguir este objetivo es necesario decidir constantemente durante la lectura qué información realmente se debe conservar y cuál no.
Notas fugaces
Las notas fugaces son una suerte de notas rápidas sin procesar que surgen a partir del devenir de tu propia mente mientras estás en la ducha o viajando de un lugar a otro. Deben ser escritas libres de todo formato y en un proceso de baja latencia. Por esta razón se aconseja registrarlas usando papel y lápiz.
Una característica fundamental de las notas fugaces es que requieren una revisión posterior entre 24 y 48 después de haber sido creadas. Las que tienen más suerte se conservan y las que no, se desechan. Dejar pasar un período de tiempo antes de revisar las notas fugaces permite poner en práctica la repetición espaciada.
Tanto las notas fugaces como las notas de literatura se registran fuera del contenedor de notas permanentes.
Notas permanentes
Las notas permanentes son el resultado de la combinación entre las notas fugaces, las notas de literatura y tus pensamientos, y se escriben teniendo en cuenta que deben ser comprendidas aun cuando hayas olvidado el contexto.
Habida cuenta de que las notas permanentes son aquellas que quieres conservar para siempre y que posteriormente podrás utilizar para producir tu propio trabajo escrito original, generarlas requiere de un esfuerzo importante para tomar cierta pieza de información y traducirla en una expresión precisa y significativa.
Si tienes dificultades para decidir dónde ubicar una nueva nota, resuelve el problema como quieras y agrega referencias si es necesario. Una nota puede estar físicamente en un solo lugar a la vez, pero las referencias te permiten trasladarla virtualmente a cualquier punto de tu Zettelkasten.
Produce tu propio contenido
Uno de los objetivos centrales de mantener un Zettelkasten se encuentran en la producción de trabajos escritos, pero está lejos de ser el único. Las notas que has creado deben poder combinarse con la intención de generar material valioso y útil para compartir con la comunidad. Siempre habrá alguien que encuentre que el conocimiento que compartes es útil o que esté dispuesto a retroalimentar tus ideas para que puedas aprender aún más.
Para conseguir escribir un buen artículo tienes que reescribir un buen borrador. Y para conseguir un buen borrador tienes que transformar una serie de notas en texto continuo. El primer borrador no tiene por qué ser perfecto, porque es solo eso: el primer borrador. Este primer borrador se construye a partir del diálogo con tu propio Zettelkasten, por ejemplo, creando una nota de tema.
Una vez que has empezado a llenar de contenido y relaciones tu Zettelkasten deberías poder empezar a escribir tu primer borrador más temprano que tarde. De hecho, si has hecho buenas notas, esas mismas notas son tu borrador. Es así como se evita la ansiedad que produce comenzar con una hoja en blanco y el uso de técnicas infructíferas como el brainstorming.
En términos de Luhmann, con Zettelkasten no necesitas partir desde cero: solo tienes que unir tus notas permanentes en un tren de ideas y darles coherencia. Si Luhmann nunca se quedó sin algo que escribir, fue porque cada día creaba muchas nuevas notas acerca de lo que leía (6 diarias en promedio durante 30 años). Entonces, cuando quería escribir, solo tenía que consultar su Zettelkasten.